ABC – El coronavirus aparca futuras investigaciones con animales en España

ABC – 06/04/2020

Los animalarios continúan trabajando como actividad esencial pero algunos de sus ejemplares tendrán que ser sacrificados

Ante la emergencia provocada por la extraordinaria expansión de la Covid-19, equipos de investigación de todo el mundo utilizan ratones, monos o hurones para desentrañar el funcionamiento del coronavirus. Pero muchos grupos científicos dedicados al estudio de otras enfermedades se han visto obligados a paralizar sus investigaciones con animales. En EE.UU., esta interrupción y la imposibilidad de cuidados por falta de personal, confinado en sus casas, ha obligado a sacrificar cientos y cientos de roedores de laboratorio, según denunciaban hace algunos días el grupo animalista People for the Ethical Treatment of Animals (PETA) y los trabajadores de algunos laboratorios, que han tenido que a asfixiar a sus ratones con dióxido de carbono.

En España, la situación es diferente. Los animalarios siguen abiertos gracias a que esta actividad, considerada como explotación ganadera, ha sido reconocida como esencial en el decreto del Gobierno. Los experimentos con animales ya en marcha continúan. «Estudios de vacunas, de pruebas de seguridad de fármacos, de enfermedades como el cáncer, neurodegenerativas o de envejecimiento no pueden finalizar», explica Isabel Blanco, presidenta de la sociedad española para la ciencia del animal de laboratorio (SECAL).

Pero los estudios con animales que estaban a punto de iniciarse han quedado en el limbo, por lo que se ha reducido en un 25% el número de «cobayas» en estos centros, en su gran mayoría ratones. Esto quiere decir que, por ejemplo, en los animalarios que trabajan con organismos modificados genéticamente (OMG), se ha parado la cría y se hacen menos cruces. «Estas líneas se deben mantener porque en un futuro, esperemos que breve, necesitaremos seguir investigando para muchas otras enfermedades que no son la Covid-19», dice Blanco. «También se han parado los envíos semanales de nuevos animales para nuevos procedimientos porque no se pueden llevar a cabo hasta que pase la situación», añade. Algunos ejemplares tendrán que ser sacrificados inevitablemente, como víctimas colaterales del coronavirus.

Respiradores para cerdos

Blanco asegura que el resto de los animales, la gran mayoría, son alimentados y reciben atenciones cada día. Para ello, los cuidadores, veterinarios, biólogos y técnicos que trabajan en los laboratorios hacen turnos siguiendo unas medidas de protección que ya antes eran habituales para ellos: mascarillas, monos impermeables y guantes. Esto es lo que ocurre en los grandes centros que investigan con animales en nuestro país, como el CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas), el CNIC (Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares), el CBM (Centro de Biología Molecular Severo Ochoa), el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB) o el hospital Vall d’Hebron, también en la ciudad condal, el Instituto de Neurociencias de Alicante o las distintas facultades de medicina. La mayor parte trabaja con ratones y peces. La utilización de criaturas más grandes como primates (que pueden infectarse por el virus y reciben una atención especial por ello) y cerdos es residual.

La presidenta de la SECAL señala que los animalarios han cedido equipos de protección individual (mascarillas, guantes) a los hospitales y también respiradores que utilizan los cerdos en los laboratorios, los mismos o muy parecidos a los empleados por pacientes humanos. Pero sobre todo, «tenemos una gran experiencia en mantener nuestros animalarios libres de agentes infecciosos que puedan afectar a los animales. Por eso, podemos enseñar mucho a centros sanitarios y residencias de ancianos de cómo utilizar las mascarillas, coordinar las entradas y salidas de personal y de material o gestionar los residuos», señala.

Judith de Jorge

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